martes, abril 13, 2004

El sabor de monjas
Para pascua lo unico festivo que hice fue comer un peep morado. Saben horrible, verdad, pero son irresistibles. Ha de ser los ojitos o la tentacion de comer las orejas primero.

Las monjas nos los regalaban y aun de morra sabia que tan malos son estos dulces. Seguro eran regalos de catolicos de Los Angeles para "los niños pobres de Tijuana" pero al rato va a salir que estas madres causan cancer o algo asi.

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