Leyendo The Lord of the Rings de nuevo, pero esta vez disfrutandolo mas. El cerebro cansado aprecia fantasia, o esa es mi teoria del momento. American Gods tambien me dio unas dosis, pero con el factor creepy de la ultima escena mejor decidi dejarlo hasta que tenga mas energia. Lucille Ball en la pantalla de television tratando de convencer al traumado heroe que deje su trabajo de gato para el viejo dios Odin me causo miedito de posibles pesadillas.
Con The Lord of the Rings el lenguaje ya no me encabrono, por estar de humor al tener curiosidad de re-leer La Iliada pero en dos traducciones muy diferentes a la de Fagles. Por lo que entiendo Fagles no se fue al extremo de las otras dos traducciones. Esta se esfuerza por usar lenguaje contemporaneo, mientras esta otra quiere apegarse lo mas posible al estilo del griego original.
Ahora lo unico que me falta es tiempo.
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