Confesiones de una clasemediera
Esta medio cabrón hablar por toda una clase de gente, pero me pongo el saco en relación a este post de Julio nomas por tener el tiempo e inclinacion para hablar de ser medio-clasera. Aunque este momento lo soy, creciendo estaba mas difícil saber en que escalón estabamos. Mis padres como muchos llegaron a Tijuana sin nada, mi madre sin primaria, trabajando cuando hacia falta de mesera y mi padre de carnicero y luego de taxista. Pero nunca se sentian miserables. Jovenes, trabajando para ellos, ahorrando, se miraban con un futuro diferente al que dejaron en Tlaquepaque, Jalisco. Podria decirse que tenian pretensiones clase medieras.
Mi padre con estudios de prepa y mi madre con su pobrisima educacion sobre-valuaban los estudios, la llave que miraban magica y que no les toco pero seria de sus hijos. En los 60s en Tijuana, batallando para pagar la renta de un apartamento y un taxi, no habrian sabido bautizar sus aspiraciones a clase-medieros, pero de saber la etiqueta la hubieran puesto en el blanco. Querian casa propia, trabajar para ellos y no un patrón, tener hijos con educación, querian leer y aprender y a empujones y jalones lo lograron casi todo.
De todos los insultos que puedan hecharse en mi direccion, y que quede bien claro que no hablo aqui de Julio, sino de viejas platicas con amigos donde salia el desprecio a los valores "clase-medieros", este no lo absorbo como otros que me pueden llegar. Soy clase media, tengo muchos privilegios y veo de dando salieron, de mis padres. Ellos nunca me preguntaron si queria ir a la universidad, sino a *que* universidad queria ir; nunca me aconsejaron contra la ambicion por miedo a la decepcion y siempre me dieron a entender que aunque otros no podian *yo* si podia como si fuera lo mas natural del mundo. Era esa actitud, no una version lela de "¡Si se puede!" sino la de "Es seguro que se dara porque para alla vamos" junto con la buena suerte de salud lo que los llevo a ser clase media.
Regresando a visitar nuestra familia en Jalisco vi lo que era sentirse "pobre pero bueno". Lo que era sentir que habia que conformarse y no osar entrar a lugares de los "fresas" y cargar con ese resentimiento. Pobres no solo de lana sino de el elemento misterioso que mis padres se llevaron consigo a Tijuana.
Mi hermano es un "troquero", no termino la secundaria, pero por la actitud de mis padres donde lo pongaa esta agusto. Con unos verduleros hechandose unas birrias, con una bola de gente en medio de una galeria tomando una copita de vino blanco o con una bola de newrritos licenciados vale madres. Es todo actitud, ¿no?.
Soy clase media y lo siento agradecida como tener posibilidades abiertas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario